11.17.2006

Es tarde

Es casi la una de la mañana en un día de trabajo. Ya debería estar durmiendo pero estoy como chiquillo con juguete nuevo. Como no estoy seguro cuando me voy de esta mugrosa ciudad lluviosa, nunca he comprado un teléfono celular porque siempre requiere que uno firme un contrato de uno o dos años. Desde finales de octubre he estado teniendo problemas con el teléfono. Debo admitir que me molestaba más no tener acceso a internet, no poder leer las noticias, los correos y algunos blogs, que no recibir las pocas llamadas que siempre me avisan de problemas o muertes. Nadie me llama para decirme qué tal, esperamos que estés bien. Ayer estaba en la oficina y me tocaba contestar el teléfono. Mientras les contestaba las mismas preguntas a los estudiantes, que no saben o no quieren leer instrucciones, estaba oyendo la radio y comenzaron a hablar de un nuevo servicio inalámbrico de internet, que por una módica suma, en relación con otros servicios de banda ancha, podría tener en mi casa con solo conectar su modem al puerto de ethernet.
Anocher me conecté por última vez con mi vieja conexión de 28.8 kps y léi toda la información del servicio y de la compañía. Lo único que no me gustó fue el contrato anual porque hay que pagar una multa si uno descontinúa el servicio antes de que se cumplan los doce meses. Tendría que ser sincero y admitir que no me gustan los contratos. Hoy pasé todo el día en el trabajo pensando si valdría la pena o no embarcarme. Llegué a la conclusión de que cuando salga de aquí, pagar una multa será una de mis menores preocupaciones. Y sí, por lo tanto, después del trabajo, me dirigí a la sucursal más cercana y firmé el contrato. Me dijeron que tendría una velocidad máxima de 1.5 Mega bps y pensé que esa velocidad es adecuada para la casa. No obstante, después de conectar el modem, me fijé en el ícono de la conexión del area local y vi un número que no podría creer: Velocidad: 10 megas. Me cercioré que esa velocidad era real con el Task Manager y el Firewall de McAfee y la multa dejó de importarme.
Después de leer el correo, los periódicos, los blogs, actualizar algunos programas, me dirigí a http://youtube.com y me puse a ver los videos en contra del TLC del 23 y 24 de octubre, y los del 15 de septiembre, en que el premiecillo nobel de la paz inexistente centroamericana no dejó acercarse a nadie al centro de Cartago, como siempre habían permitido los otros presidentes. Tuve que concluir que se vienen días dífíciles para la patria. Con esfuerzo y suerte, tal vez nos salvemos del TLC.
Es hora de dormir ya. Son casi las dos. ¡Buenas noches!

2 comments:

Sirena said...

Pues ¿ahora qué hago con la C que es color naranja e iba prefectamente con tu blog de antes? Ja! esa no es una preocupación real... me preocupa más eso de "no me gustan los contratos"... perdoná que diga esto pero ¿de cuántas cosas te habrás perdido por no firmar contratos? (de más está decir que no hablo de servicios de internet).
Un abrazo enorme para endulzar ese golpecito que te di (creo).

C said...

Sirena, no creo que me haya perdido de muchas cosas ya que siempre investigo antes de firmar...A mi no me gustan las clausulas escondidas de los contratos, estoy bien siempre que las reconozca, siempre que sepa a que atenerme y sepa como cumplir con el contrato. La cuestión es que no me gusta hacer promesas que no pueda cumplir.
Un gran abrazo para vos también.